La expresión «buscar refugio» significa para los seguidores budistas algo parecido a un retiro espiritual, una interiorización personal como iniciación al Budismo.
Los Birmanos y el Budismo están unidos desde muy temprana edad, con una fuerte influencia en todos los estratos sociales y culturales de todo el país, desde el idioma hasta la literatura el arte y la música. Las familias acuden al Budismo para proporcionar a sus hijos comida y una buena educación. Esto se traduce en uno de los países con menos robos por habitante, en una humildad generalizada y unos habitantes hospitalarios.
La población de Myanmar está muy sensibilizados con el Budismo ya que todos tienen algún pariente en sus comunidades por uno u otro motivo. Todos les ayudan y cada mañana sus seguidores recolectan productos básicos de los ciudadanos.
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